La intención de estas líneas es la de compartir nuestros avatares, como podréis comprobar de la manera más desenfadada posible, por los caminos y sin ningún ánimo más allá del mero placer de dar a conocer nuestras vivencias. Esperamos que al menos os hagan aflorar una sonrisa, y si alguien se anima a salir a patear por este pequeño-gran mundo que es nuestra querida ASTURIAS y sus alrededores seguro que no se arrepentirá. Dejarnos vuestros comentarios, sugerencias o criticas para poder así ir mejorando día a día. Un saludo.

domingo, 19 de octubre de 2008

Zoo de La Grandera - Cangas de Onís


CANGAS DE ONIS Y ZOO DE LA GRANDERA
POR MAITE Y JAVIER


            Día 19 de octubre, el Desarme en Oviedo, con un sol esplendido nos levantamos “tempranín” pa ver la carrera de China (la de Formula 1, no a chinos corriendo) y frente a un desayuno “cojonudo” vemos las idas y venidas de Lewis, Felipe, Kimmi y Fernandín. Acaba ganando Hamilton, cagada de Ferrari y “Fernandín el nuesu ye cuartu”. Una duchina y pa Cangas al Mercau.

            Son les 11 y picu y el choche de la Nena niégase a arrancar (será hijo p), bueno nun hay problema, garramos el otru choche y tira milles.

Cuando llegamos a Cangas son les 12 y media más ó menos, topamos un sitiu pistonudu pa aparcar frente al riu y a dar un paseín pol Mercau. La madre que lo parió que de coses, quesos de toles clases, embutíos de tou animal de cuatro pates, castañes algunes bien gordes, ablanes, to lo de la güerta, empanaes, bollos preñaos y llambiades varies, y tamien de to les baratijes que un pueda imaginase.

Cosa rara en nosotros pero mercamos, unes anchoes de Santoña y un pocu  pimentón de La Vera, unes aceitunines de vermout y arrancamos a dar un paseu po la ver’al riu y a ver onde topamos pa comer, que hoy la nena negose a comer bocaillu (la madre que la parió que fina ye, fai bien). Unos tienen el menú del día a 12€, otros a 10 y nosotros topamos unu que tenia una pinta cojonuda a 9’50 (al menos va salime barato) reservamos una mesina y como ye tempranu vamos hasta el Puente Romano (que como tol mundu sabe nun ye Romanu si non que ye Medieval, pero eso ye otra historia coño), facemos una paradina en la oficina de turismo y al puente



            Después de unes fotos vamos comer que ya hay fame, unes fabines con almejes (de mar), la nena escalopines al Cabrales y yo corderin guisau, tartina queso y cafetín y quedamos como Dios. A to esto son ya les tres y media pasaes .

            Vamos pal Zoo con la intención de ver animales distintos a los que estamos acostumbrados a tratar (yo veo uno todos los días en el espejo) y como de costumbre a 50 metros del lugar y con un cartel de al menos 3x3 metros nosotros nos paramos a preguntarnos ond’andará el putu Zoo, mira que estamos empanaos.

            Entramos y empieza la aventura nos encontramos con un tejón que el muy cab... está echando la siesta tou espatarrau y que no nos fai ni casu.  

Un poco más arriba un par de cigüeñas campando por el camino y con una cuidadora intentando pastoriales, ja, ja


unos faisanes monales con bonitos colores son los primeros receptores de visitas



            los siguientes también son aves, unas lechuzas nivales y unos carabos comunes



y unos impresionantes buitres que ya solo el apostadero en el que se encuentran mete miedo



            A continuación llega Bambi (más ó menos), empeñado en meter los cuernos por la alambrada e intentar darnos un puntazo, pero unas cuantas bellotas consiguen que le podamos hacer las fotos oportunas con una buena pose, estamos en época de berrea (celo) y defiende lo suyo que aparece al fondo, detrás de él




            Seguimos subiendo cuesta arriba y tras ver al Urogallo, y unos cuantos Búhos Reales y de otras familias





            nos encontramos con los lobos durmiendo placidamente, aunque una bellota bien lanzada les despierta repentinamente de la siesta, deben tener fame porque la bellota pasa a formar parte de la dieta y una galleta que les tiran otros visitantes pasa a ser foco de conflicto, la coge el macho y la hembra metioi un taragañu en tol focicu que dejolu pa ya.





            Más arriba topamos con el rebeco, la cabra de cuatro cuernos que la madre que la parió que mal huele, el asturcón, al jabalí que pasa de nosotros olímpicamente, y llegamos por fin a uno de los emblemas de la fauna asturiana El Oso Pardo Cantábrico, nosotros topamos en principio con la señora osa, que estuvo comiendo castañas que MAITE le tiraba tranquilamente hasta que 


llego el muy bien bautizado por mi nena, EL HIJO PUTA (en la foto de abajo), un pedazo de trozo de cacho de oso que salio en persecución de nuestra osina, por envidia, y que no la dejó comer más será ...


            menos mal que a continuación venia MAPI (el mapache), grandes ojos, maninas que todo lo cogen y un gran comedor de castañas


     
            bueno tuvimos que partírselas porque la boquina, pese a los dientucos afilaos que tien, ye pequeña, disfrutó un montón y nosotros con el (ó ella).

            Al lado de Mapi están los zorros ó raposos como los llamamos por estos lares,


 junto a ellos los lobos negros y al lado tres linces boreales, unos de ellos pequeño y juguetón.


Continuamos la senda y encontramos a la nutria dándose un baño cojonudo, no hay foto ya que apenas la pudimos ver unos segundos cuando salía a la superficie a tomar una bocanada de aire.

Bajamos en dirección a la salida y nos topamos con los puercoespínes, pero no con esos que estamos tan acostumbrados a ver estrapallaos en la carretera, estos tienes una potá cojonuda.


            No nos hacen ni puto caso porque están durmiendo a pata suelta al lado de la puerta, pero como uno es un poco cabroncete, hacemos que se levanten con un sutil pero efectivo tirón de púas que nos sirven como recuerdo de nuestro paso por el zoo y que a los susodichos no les hace ninguna gracia ya que se levantaron de unas malas pulgas que pa que, lo siento pero a las visitas hay que atenderlas cuando llegan.



            Muy altiva ella anda la grulla real con su moño en la cabeza, le ofrecemos un castaña y empieza a picarla con gana, aunque pronto no se contenta con la castaña y la muy... también pica los dedos del cebador, que le vamos ha hacer uno que está sabroso.



Por el suelo y a su aire anda un faisán monal que se debió escapar de la jaula, haber quien lu pilla ahora con les carreres que se mete. En estos menesteres estamos cuando nos avisan que va a empezar el espectáculo de las aves rapaces y los mamíferos, y mi nena y yo nos dirigimos camín abajo hasta las gradas.


            Tras una breve espera, Ernesto Junco (dueño del zoo), comienza con una enigmática explicación y comenta que quien quiera salir corriendo que ha de ser rápido pues “ni el sabe” que animales saldrán. Junto con un/una, no menos enigmática, ayudante empiezan haciendo volar un águila real la mayor ave rapaz que se puede ver en los cielos de la península



       con una envergadura de alas de más de dos metros de punta a punta el bicho hace unos planeos del brazo de el/la ayudante al de Ernesto, y se zampa unas cuantas patitas de pollito antes de ser recogido.



A continuación nos presentan otro águila, americana, de la cual nos comentan que tuvo una mala experiencia con una ardilla y que no lo olvida, de hecho se dedico unos momentos a buscar a la colega entre la maleza. Cuando le dan de comer protege la comida con sus alas para que no se acerque nadie.



Uno de los mejores momentos con las rapaces vino con el vuelo del búho real, con un peso de unos 5 kilos y una envergadura de alas considerable



la foto de MAITE es preciosa con la luz reflejada en el ala.


            También tuvimos la oportunidad de, tras pasarnos por encima de las cabezas unas cuantas veces, dar de comer a un búho, maravilla la proximidad a estos animales y la oportunidad que nos brindan de poder hasta incluso alimentarlos.


Y por fin llegaba el momento de los mamíferos, ¿qué sorpresa nos tendrán preparada?. De pronto aparecen los suricatos, unos animalillos arborícolas que se mueven entre nosotros, que nos trepan por los brazos y  que se quieren meter por debajo de la camiseta de las cuidadoras (serán pillines).



Aunque el plato fuerte llega al final, aquí si que nos advierten que puede que salgamos corriendo, los próximos animales, aunque criados en el propio zoo, son impresionantes tanto por su fama como por su belleza, nos presentan a dos LOBOS POLARES de cinco meses de edad, aunque con porte de adultos que de lejos impresiona aunque en el contacto directo se convierten en dos criaturas que difícilmente en ningún otro momento ó lugar vamos a tener la oportunidad de ver, tocar y disfrutar como aquí



            tras la primera impresión nos invitan a jugar con ellos y entonces es cuando la experiencia se torna maravillosa, hasta mi NENA que no es ella especialmente amiga de los bichos (de que especie seré yo) se ve atrapada por la magia de estos dos ejemplares que nos lamen, mordisquean y juegan con nosotros como si de dos perros se tratasen.



            Con un gran sabor de boca, y fartucu llambiotazos de los llobos, acabamos una jornada de domingo que si no empezó todo lo bien que esperábamos, acabó de manera sublime, olvidabame al final, de la que salíamos, vimos al tejón que ya había despertao de la siesta, una botellina de agua (la maquina que quería quedase con la vuelta, teníalo claro) y pa casa que todavía queda algo de llabor por facer en llegando.  

            DICEN QUE, QUIEN ALEJA SUS MANOS DEL ROSAL 
POR TEMOR A LAS HERIDAS 
QUE PUEDAN CAUSARLE LAS ESPINAS,
 NUNCA PODRA TENER LA POSIBILIDAD 
DE AGASAJAR A ALGUIEN 
CON UNA BELLA ROSA.



TENGO QUE DAR GRACIAS POR 
NO TENER MIEDO A LAS ESPINAS.


















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