La intención de estas líneas es la de compartir nuestros avatares, como podréis comprobar de la manera más desenfadada posible, por los caminos y sin ningún ánimo más allá del mero placer de dar a conocer nuestras vivencias. Esperamos que al menos os hagan aflorar una sonrisa, y si alguien se anima a salir a patear por este pequeño-gran mundo que es nuestra querida ASTURIAS y sus alrededores seguro que no se arrepentirá. Dejarnos vuestros comentarios, sugerencias o criticas para poder así ir mejorando día a día. Un saludo.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Puertos de Áliva PR PN PE-24



El Cable-Puertos de Áliva-Portillas del Boquejón-Fuente Dé
POR MAITE Y JAVIER


Un embarazo, ese es el tiempo que nos llevó desde la última vez que calzamos las botas para salir de nuevo al monte, pero por suerte, el alumbramiento fue feliz  y nos salió un fin de semana intenso por tierras Cántabras.

Viernes 12 de septiembre de 2014, como toda la semana, hoy también suena el despertador a las 5, sí a las 5 de la mañana, desatando los instintos asesinos que uno lleva dentro, pero tras un segundo de reflexión, damos por bueno el madrugón ya que en no más de diez horas estaremos libres para iniciar la aventura.

Y lo dicho, ya son las tres, comer, tender la ropa e ir a comprar las viandas para el bocadillo del día anterior son las únicas tareas que nos quedan para a las cinco de la tarde arrancar camino de Espinama, lugar donde tenemos establecido el "cuartel general" de esta excursión.

Con los nuevos tramos de autovía abiertos recientemente, ponernos a las puertas de nuestra vecina comunidad autónoma es cuestión de unos tres cuartos de hora, otra cosa son los kilómetros que nos quedan hasta Espinama, teniendo que atravesar el Desfiladero de la Hermida y Potes, que esta en su semana grande y lleno de gente. Sin contratiempo y a eso de las siete y diez de la tarde damos con nuestros ya cansados cuerpos en La Posada de Máximo, nuestro campo base para el ataque a cumbre del día siguiente.


En esta ocasión, y como alusión a este alojamiento, solamente voy a poner unas fotos y una ligera referencia:

 Nuestra primera habitación


Nuestra segunda habitación, desde las 23'30 horas de la noche,  tras dos bajadas a recepción por unos ruidos, que ya desde el primer contacto allá por las siete y media de la tarde habíamos detectado, que debían provenir del fantasma del la posada, ya que según una de las empleadas el sitio era tranquilísimo... 


Con respecto al menú, viernes, sábado y domingo la comida y la cena tiene los mismos platos,  nosotros vamos con media pensión y no nos afecta mucho ya que, hay que decir en su descarga, está bien preparada, abundante y con postres caseros.

Tras soltar los bártulos, vamos a dar una vuelta por el pueblo e intentar ubicar el inicio de lo que yo, en un principio, tengo pensado para el arranque de la ruta de mañana, que es hacer una circular desde Espinama, localizado el punto de partida


 que no es otro que bajo el puente-corredor de la casa que vemos el la foto, decidimos tomar algo en la bodega de al lado, hay sed y pedimos un Acuarius, no hay, un Nestea, no hay, una Coca Cola, no tienen, pregunto que hay y me dicen que cerveza, vino, ..., ¿y algún refresco?, tras mirar en el arcón-congelador el señor me dice que siiiiiiiiii, que hay refresco de limón, pues pongame dos, y saca una botella de Kas limón, no se cuando fue abierta por primera vez, dos piedras de hielo en un vaso y ya tengo la bebida, ¿burbujas?, alguna vez las tuvo, estoy seguro,

Después del refrigerio volvemos a la posada a descansar y aprovechamos para preguntar al propietario si nuestra idea inicial es acertada, indicándonos que subir en el coche hasta la estación del cable y volver a la misma por un camino recientemente abierto y a través de un bosque de hallas y robles sería más divertido y emplearíamos el mismo tiempo y no incrementa el recorrido.

Con la nueva información, no disponemos a esperar a la cena, con el fantasma haciendo de las suyas por las alturas de la posada.

Ensalada Mixta y Menestra de Verduras de primero, Escalopines con patatas y Huevos con jamón y patatas de segundo y Flan de manzana y Tarta de Queso de postre...., no está mal.

Tras la aventura nocturna ya contada, a desayunar, tostadas con mantequilla y mermelada, magdalenas y café con leche. 

A las diez de la mañana estamos a la cola para subir en el teleférico a la estación superior, vamos a subir 753 metros en aproximadamente tres minutos y medio para recorrer los 1.450 metros de cable a una velocidad de unos 10 metros por segundo pasando de los 1.070 a los 1.823 metros de altitud, será por datos técnicos.





Cuando uno llega arriba y se asoma a ver lo que ha quedado atrás, es cuando te das cuenta de la magnitud del engendro.





Después del solaz, hay que emprender la marcha, y lo primero una imagen de nuestro recorrido, aunque con una pequeña variación con respecto a la que viene en el panel indicativo


y que correspondería con la que vemos en la imagen, que he tomado prestada, y en la que aparece de manera punteada en rojo el camino alternativo tomado por nosotros, Senda de Igüedri a Fuente Dé.


Inicio y fin: El Cable (1.823 mts.) - Estación de El Cable (1.070 mts.)
Distancia: ± 15 km (en nuestra versión)
Dificultad: Baja-Media.
Terreno: Pista de montaña y pista de bosque
Señalización: Buena, sin perdida.

Iniciamos la ruta sin poder dejar de mirar a nuestro alrededor, y comprobar la magnitud de todo cuanto nos rodea





Y como sabían que veníamos, nos hicieron los honores


Comenzamos con la corta subida que nos lleva hasta la Horcadina de Covarrobres (± 500 mts.) y como siempre alguien nos vigila o guarda nuestros pasos


o será nuestra imaginación calenturienta, ya que quien nos vigila es el conocido en el ambiente montañero como "El Mandril" o "Peña Olvidada"


Este es el punto de bifurcación de rutas, a la izquierda podemos ir a Los Horcados Rojos, Cabaña Veronica, Minas de Altaiz y hacia la izquierda, nuestra elección, hacia los Puertos de Áliva, Espinama o Sotres.


La pista discurre a los pies de las Agujas de Covarrobres


y a lo largo del Collado de Juan Toribio


De pronto el paisaje "lunar" que nos venia acompañando se transforma en un "vergel" de praderas, las Praderías de Áliva, en donde ya divisamos el Chalet Real


Y en donde pastan con tranquilidad una multitud de caballos a los que nos acercamos


Amor por los caballos


el calvo que susurraba a los caballos.


El buen tiempo que nos acompañaba se va tornando frío, y las nubes no auguran nada bueno


Seguimos bajando y llegamos a los pies del




Es un edificio construido en el verano de 1912 por la Real Compañía Asturiana de Minas para que fuese la residencia de los ingenieros, pasando posteriormente a ser lugar de acogida del Rey Alfonso XII en una visita realizada a los Picos de Europa para cazar rebecos, 


un siglo después un pariente caza elefantes...

Siguiente parada


Seguimos pista abajo, aunque sin dejar pasar lo que dejamos atrás


camino de nuestra siguiente estación de paso


y nuevamente empequeñecidos por las montañas que nos rodean


y bajo la atenta mirada de un numeroso grupo de buitres que sobrevuelan nuestras cabezas


llegando al Refugio



Decir que hasta este punto se puede acceder en vehículo particular y que es punto de partida y descanso de muchos montañeros.

La mañana que venia amenazando lluvia, parece que por fin se atreve a descargar algo de lluvia y el viento arrecia, así que no nos queda mas remedio que poner el chubasquero, aunque por delante nuestro siguen habiendo claros


Nuevamente llegamos a una encrucijada de caminos


El de la izquierda nos permitiría ir hacia Sotres o a las Minas de la Canal del Vidrio y a nuestra derecha hacia las Portillas del Boquejón, Invernales de Igüedri o Espinama.

Otro pequeño desvío, que sale del primero, nos acerca a la Hermita de Nuestra Señora de la Salud


Nosotros la vemos desde la distancia, mientras restañamos una pequeña herida en nuestro pie, causada porque no vimos en Barrio Sésamo lo de calcetín derecho para pie derecho y calcetín izquierdo...

Seguimos bajando y sale a nuestro encuentro la Fuente de los Asturianos, 


antesala de


Pasado este punto nos encontramos con la alternativa de bajar hacia Espinama por los Invernales de Igüedri o a través de un pequeño puente adentrarnos en el bosque para ir dirección a la Estación del Cable, nuestra opción y sin perdida



Este paso, en un principio y para niños o personas poco acostumbradas a caminar por el monte, puede resultar un poco complicado ya que nos adentramos en un sendero de no más de cuarenta centímetros, empedrado y con una fuerte pendiente, que se va suavizando un poco a medida que llegamos a su mitad ya que crece en ancho y aparecen algunos escalones hechos de madera.


El desnivel salvado es importante.

Aliviamos el cuerpo de líquidos y de prendas de abrigo, para adentrarnos en un espeso bosque de hayas, robles, avellanos y acebos, 


sin  dejar de levantar la vista para ver la mole del pico Valdecoro que nos observa


y siempre atentos a la señalización, aunque no haya perdida


El terreno es bueno, aunque puede convertirse en un pequeño rompe-piernas por los continuos sube y baja


y por algún obstáculo que hay que sortear


El hambre empieza a apretar, así que en un recodo del camino y sentados en el prado damos cuenta de unas tapas de jamón, chosco y queso, un plátano y un poco de chocolate completan el menú, hay que ser frugales que aún queda un poco de camino.

Tras un último tramo, en el que alguna cuesta traicionera pareciera querer darnos la puntilla, volvemos a contemplar desde el valle la mejestuaosidad del paisaje


Tras cambiar la camiseta y el calzado por otro seco y más cómodo, un café completa nuestro menú, tanto el alimenticio como el montañero, contemplando nuevamente el ir y venir de las cabinas del Teleférico desde la terraza de la cafetería.




Y SIEMPRE HAY QUE TENER EN CUENTA UNA COSA EN LA MONTAÑA

NO TE COMPARES CON NADIE, 
MANTÉN LA CABEZA ALTA,
NO ERES NI MEJOR NI PEOR,
SIMPLEMENTE ERES TU,
Y ESO NADIE LO PUEDE SUPERAR.