La intención de estas líneas es la de compartir nuestros avatares, como podréis comprobar de la manera más desenfadada posible, por los caminos y sin ningún ánimo más allá del mero placer de dar a conocer nuestras vivencias. Esperamos que al menos os hagan aflorar una sonrisa, y si alguien se anima a salir a patear por este pequeño-gran mundo que es nuestra querida ASTURIAS y sus alrededores seguro que no se arrepentirá. Dejarnos vuestros comentarios, sugerencias o criticas para poder así ir mejorando día a día. Un saludo.

sábado, 4 de abril de 2009

Las Medulas


LAS MEDULAS
POR MAITE Y JAVIER


Hace al menos mes y medio desde la última vez que escribimos algo y desde entonces han ocurrido muchas cosas, unas buenas y otras malas (aunque esperemos que estas últimas tengan final feliz). Esta que nos ocupa debería haber sido relatada en otro momento, pero las circunstancias jugaron un papel determinante e hicieron que las vacaciones se vieran truncadas y no solo eso sino que mi apoyo durante esos días no fuese el mejor, por eso y por otras muchas cosas quiero dedicarte especialmente este relato a ti mi princesa...

Sábado 4 de abril de 2009,  día lluvioso en Oviedo, la rodilla de Maite no anda muy bien y todo ello hace que los ánimos estén “raros”. Pero no hay nada que unas buenas albóndigas con puré, un helado y un café no puedan curar. Las botas, una muda y los papeles son todo lo que necesitamos para salir dirección Ponferrada a disfrutar de un buen fin de semana y a las 15’30 horas nos ponemos en marcha dirección a Carucedo, nuestro punto de destino.

Sobre las seis de la tarde llegamos a Carucedo, más concretamente al Centro de Turismo Rural “La Peregrina”, un día espléndido, alguna nube pero con buena temperatura.    


el salir a la aventura en ocasiones es vivificante pera el espíritu, y además aporta gratas experiencias como la que aquí nos encontramos, gente acogedora, un lugar tranquilo y relajado, con una decoración fantástica y una ubicación muy buena para acometer la aventura que nos ocupa.





            Tras una breve toma de contacto con los alrededores, bajamos hasta el  pueblo de Carucedo a pertrecharnos de viandas para la comida de nuestra excursión del domingo y de paso acercarnos hasta el lago




Una breve visita y nos encaminamos hasta el pueblo de Medulas para una primera toma de contacto y pasar por el punto de información para tener cuantos más datos mejor


aunque una vez allí y tras ver una pequeña muestra de lo que nos espera, no nos resistimos a subir hasta El Mirador de Orellan para ver del otro lado, y encontrarnos con la grata sorpresa de Las Medulas


          La tarde era una delicia, el paisaje un deleite para los ojos y el entorno de ensueño para una tarde de primavera, aunque el cansancio se va acumulando en nuestro cuerpo, y aún hay que bajar hasta el coche y al pueblo para ver si nos procuramos algo para la cena, cosa que conseguimos con una buena ensalada que nos preparan en La Peregrina y una trozo de quesada y prontín a la cama que mañana tenemos otro bonito día por delante.

            Domingo 5 de abril de 2009, son las ocho y media de la mañana cuando despertamos, seguimos con la rodilla chunga y el día que se nos presenta no augura nada bueno para ella. Tras una ducha reparadora bajamos a desayunar al comedor, ya tenemos compañía, oteamos el panorama y se presenta alentador: café, zumo de naranja, pan tostado, bizcocho, quesada, kiwis, mermelada, mantequilla ██████ (lo siento por el manchón, pero se me cae la baba mientras escribo).

            Así con la panza llena, recogemos nuestros bártulos, pagamos la cuenta y nos tiramos al monte. Subimos nuevamente hasta el mirador con la intención de ver el espectáculo una vez más y adentrarnos en la Mina de Oro y cuando llegamos, comprobamos que somos los primeros, la niebla aun no nos deja ver y la mina abre 45 minutos más tarde, pues a dar un paseo por los alrededores, ver el monumento erigido a Elvio Nieto y ver como despeja el día


  
A las 11’30 entramos en la Mina de Oro y tras pertrecharnos con casco y linterna nos adentramos en las entrañas de la montaña, en la oscuridad más absoluta, en un terreno de tierra roja y piedras de donde allá por el siglo I y II los romanos consiguieron sacar oro, empleando simplemente la fuerza del agua y a través de una técnica llamada Ruina Montium o derrumbe de los montes.


VAYA DOS MINEROS CON GORRITO


            Después de la experiencia minera bajamos hasta el pueblo de Medulas, desde donde empezaremos a caminar por el interior del laberinto, compramos un dedal de recuerdo y emprendemos la marcha hacia La Cuevona y La Encantada, las dos mayores oquedades. El camino discurre por entre un bosque de castaños centenarios que de mil formas nos acompañan a lo largo de la senda



y los hay que tienen hasta un gnomo


Después de subir,


 bajar


 y serpentear


aparece ante nosotros La Cuevona,


 la mayor oquedad de cuantas proliferan por este paraje, muestra de cómo sacaban el mineral del interior por la descarga de agua


            La segunda de las cuevas, La Encantada, no le va a la zaga a la anterior, teniendo además en su interior una segunda cueva a nivel más bajo y dos galerías de evacuación desde las que la vista del entorno da otra perspectiva del mismo, aquí la rodilla de la nena ya da síntomas de estar completamente desfallecida y no puede subir hasta las galerías, una pena.


Tras la visita a las cuevas reemprendemos la marcha en dirección al pueblo y lo hacemos por un camino que nos acerca de una manera rápida, aunque la curiosidad nos llama y hacemos alguna parada técnica para investigar, vaya a ser que alguna pepita de oro de los romanos esté olvidada.


La sed aprieta y las ganas de mear también por lo que tomamos una Coca–Cola en una terraza para reponer fuerzas y planificar nuestra siguiente visita a lo que aún nos queda por ver, que en principio será el Asentamiento Metalúrgico de Orellan, lugar en el que se aprovechaba el mineral de hierro que también se extraía de Las Medulas para utensilios propios de la excavación y la fabricación de útiles metálicos para el poblado.



            la estructura del poblado contaba con habitaciones, cocina, almacenes para el grano y


hasta baño que un apretón te da en cualquier momento (siempre dando la nota)

            Después del ..., nos dirigimos a los castros de los cuales más vale no hacer mucha mención y de aquí al Castillo de Cornatel,


 cuyo origen parece ser el de un Castrum Romano ó fortificación


 que asegurase el próximo yacimiento de oro de Las Medulas, no sabían nada los romanos estos.

Como llegamos un poco pronto damos cuenta de las viandas “confiscadas” en el super del pueblo el día antes, salchichón, queso y jamón, unos dulces y buena compañía son lo mejor del mundo.

Tras la espera, tenemos recompensa a modo de descuento en la entrada, solo nos cobran dos euros, algo es algo


Y lo más importante de todo castillo

SUS REYES 





   GRACIAS NATURALEZA,

POR SER COMO ERES
Y

POR COMO ME HACES SENTIR
CUANDO ESTOY A TU LADO...