La intención de estas líneas es la de compartir nuestros avatares, como podréis comprobar de la manera más desenfadada posible, por los caminos y sin ningún ánimo más allá del mero placer de dar a conocer nuestras vivencias. Esperamos que al menos os hagan aflorar una sonrisa, y si alguien se anima a salir a patear por este pequeño-gran mundo que es nuestra querida ASTURIAS y sus alrededores seguro que no se arrepentirá. Dejarnos vuestros comentarios, sugerencias o criticas para poder así ir mejorando día a día. Un saludo.

viernes, 24 de febrero de 2012

Cantabria




FIN DE SEMANA EN CANTABRIA

POR MAITE Y JAVIER

            Esti añu ta poniéndose muy zorru, así que estamos distanciando les escapaes, esta ya la primera larga del añu, ye un regalu pendiente y tampoco vamos muy lejos.

            Viernes 24 de febrero de 2012, después de madrugar como cabrones, trabayar como mules y nun dormir un pijo siesta, a eso de les cinco menos cuarto arrincamos camín de Cabrojo, que gracia me fai pronunciar esi pueblu. Como unu ye más gallu que nadie, deje a la memoria la salida que teníamos que tomar y nun saque papeles que nos dirigieran, a la altura del primer cartel de Cabezón de la Sal danos por poner el GPS y eureka pronto nos dirige en dirección a “Cabrojo” una carreterina muy guapa a la vera del río, mucha xente faciendo deporte y de pronto empezamos a subir un puertín, empieza a picanos la mosca pero la charlatana sigue diciéndonos que pa lantre y p’allá que tiramos, máxime cuando la verdá ye que hay bastante tráfico, bajamos el puertucu que tien más curves que la mi NENA, de pronto mandanos girar a la izquierda y sorpresa llegamos a una aldea que se llama Cabrojo, dos cases mal habitaes y media vuelta


 Vamos a la gasolinera y la sorpresa se hace realidad, la moza del surtidor diznos que los GPS de su puta madre siempre manden a la xente equivocadamente a esi pueblu que está en la parroquia de Rionansa, pero que el que buscamos realmente ta desfaciendo el camín que ficimos y llegando a Cabezón (esi soy yo) de la Sal.

Con una cara gilipollas que ni te cuento y con la idea de no dar la vuelta por el puerto, pregunto por la posibilidad de ir por otra carretera mejor y como unu está inpirau la broma son 40 kilómetros de más, una hora de retraso, que nos pare la Guardia Civil, a les siete la tarde nos fagan un control de alcoholemia, claro está 00, y lo único aprovechable ye que el Guardia Civil nos indique que tenemos que salir por la 244 y no por la 239, pa ponese a soplar y nun dar positivo.

Como to los güevos tienen que tener dos agarraderos, nosotros salimos por donde nos indiquen, pero ya puestos tiramos p’al lau equivocau, no podía ser de otra manera, volvemos a preguntai a una gasolinera, no, al surtidor no, a la chavala que te echa la gasolina, que pa eso tovia tenemos algo cabeza, y por fin “creemos tener claro” pa onde dir.

Un par de kilómetros más alantre, llegamos a nuestro destino


            el Hotel Valle de Cabezón (de esos hay munchos), vese que ye un hotelucu nuevu y tien muy buena pinta pese a tener les víes del tren delantre la puerta, esperemos que no mos molesten muncho durante la noche.

            Lo meyor va ser descansar un pocu hasta la hora la cena, aprovechar a leer el periódicu y ver un pocu la tele, aunque paeznos que la hormigonera ya ta pidiendo grava porque suénennos les tripines.

            A les nueve y cuartu ya non aguantamos más y baxamos a cenar, el menú ye variau y por lo menos en esti sentidu nun vamos tener queja, la RATITA pide una tabla de ibéricos y yo una ensalada con queso de cabra, nueces y crujiente de bacón y con ello facemos un mix. De segundo un cachopo y unes albondigues, la carne del cachopo de la NENA y el tamaño del bichu son muy tiernes y considerables, to ello regamoslo con vino y casera y de postre un mousse de limón y una tarta de... con una fartura canela de la madre que lo parió, así me puse yo luego.

            Ente pitos y flautes son les diez y media, así que vamos dir a la habitación y hasta mañana.

            Con el cuerpo descansau y con muches ganes de tirar el pingu por ahí levantamonos el sábado 25 con un día algo nublau, aunque una temperatura cojonuda pa dai a la patuca, así que a desayunar que to lo que cenamos ayer ya nun ta en la barriga. Un zumo naranja, unes tostaes con mermelá y manteca, un par de bocadillínos de jamón y quesu, un no se que de hojaldre, un donuts y un café, na pa dir tirando.

            Con esa panzá, arrincamos pa Suances


            Dimos una vueltina por el puerto n’el que sacamos munches y guapes fotos, si non fuera porque apaezco yo, lluego subimos al pueblu y tamien ficimos unes cuantes afotos, 


y la verdá ye que nun sacamos muncho provecho d’esta visita así que con la mesma arrincamos pa la villa de las tres mentiras, Santillana del Mar, que como t’ol mundo sabe ni ye santa, ni llana, ni tien mar, pero con to eso, está considerada una de las localidades con mayor valor histórico artístico y por votación popular elegida el pueblo más bello de España, y si a todo ello le sumamos que posee en su suelo las Cuevas de Altamira, consideradas la Capilla Sixtina del Paleolítico pa que quier ser santa, llana y tener mar.

            Pero después de tos estos parabienes, alguna cosa mala hay que decir y claro está como todo lugar turístico que se precie está plagao de tiendes, bares y negocios varios en los bajos de les cases, ye el precio que hay que pagar.

            El primer contacto que tenemos ye con la fauna del lugar

  
            el hijo puta cuando canso de qu’ei rascase les pulgues tirome un picotazu que si me garra’l deu...

            La peculiaridá d’esti pueblu son les calles adoquinaes y los edificios de piedra qu’ei dan la estructura de pueblu de la Alta Edad Media de cuando era capital de las llamadas “Asturias de Santillana”, menudu rollu.

            Lo guapo d’esti sitiu ye caleyar p’el adoquinau 


y mirar p’anriba de vez en cuando pa ver les peculiaridades del entornu


            Caleyando, caleyando, llegamos a les puertes del Museo de la Tortura y como no podía ser d’otra forma hay alguien qu’está torturau y faciendo’l pijo


            Habrá que ponese seriu porque un migayu más allá ta la joya del Románico de Cantabria, La Colegiata de Santa Juliana, construida en el siglo IX como ermita, momento en el que unos monjes trajeron los restos de la santa y con un estilo imperante en la actualidad del Románico del siglo XII, que es cuando adquiere el rango de Colegiata. Se cree que Santillana recibe su nombre por contracción de Sancta Luliana o Sant Illana, otro rollo.


            Después de esta lección de historia nos topamos con el Museo y la Fundación de Jesús Otero (verás como suelto otru rollu), el cual se nutre de los fondos particulares del escultor, en total medio centenar esculturas, la mayor parte realizadas en los últimos años de su vida, a los cuales se suman diversos dibujos e instrumentos utilizados por el artista.


            Seguimos caleyando, aunque la PRINCESA con les botes que me trajo ya ta teniendo los pieses amorcillaos con tanto adoquín, y deseguida nos topámonos con la Plaza de las Arenas donde está ubicado el Palacio de los Velarde (na los ricachones del pueblu)


            Lo meyor va ser que tomemos un vermutacu, echamosi un güeyu a un restaurante “Casa Cossío”,



que tien un menú económicu y paez que mos gusta, asín que pa dentro que la cosa ta enllenandose y si mos dormimos quedamos sin sitiu. Na más acabar el vermú un de los comedores ya ta hasta arriba, así que mos manden p’al otru a metenos entre pechu y el llombu un cocido montañés y una parrillada de pescao con un yogurín de postre y un café, paga la NENA asina que tiramos la casa por los adoquinos.
           
            Otra vez tenemos la hormigonera enllena, así que lo meyor será que demos un paseucu hasta’l choche y de camín pensamos pa onde dir, aunque las cosa ta bastante fácil


            Joder, paezco La Bestia, eso si garrando a la BELLA pa que nun se escape.

Vamos a ver el Museo de Altamira, con tan buena suerte y sin sabelo que los sábados por la tarde ye gratis, asín que más queriemos. Facemos un pocu tiempu n’una exposición llamada Al Sur de Venus



y a les cuatro y cuarto pasamos a la visita guiada, aunque lo que mos enseñen nun ye la cueva orixinal, la replica que ficieron nun ta na mal

           
 Después de llenar nuestras mentes de conocimiento y sabiduría, dirigimos nuestros pasos hasta Cabezón de la Sal, y para nuestra sorpresa encontramos un pueblo asolado por gente vestida de manera variopinta, ¿será carnaval?, pues va a ser que sí, nosotros optamos por una breve visita al Parque Conde de San Diego, convertido en jardín botánico o parque municipal y con la casa dedicada a usos culturales


además hay animalinos...


            Después de tomar un refrigerio en un bar viendo el derbi entre el Racing y el Sporting (que pena que no metió ningún gol el Sporting pa meter un gritu de su madre) volvemos dirección al hotel pa descansar un pocu anantes de cenar, y alcontramonos con la sorpresa de que nun nos abre la puerta l’habitación, será que quieren echanos yá...

            Solucionau el acceso a la habitación y a eso les nueve y poco baxamos al comedor haber que sorpresa nos depara hoy la cena y la verdá ye que vuelven sorprendenos, pastel de queso y pescado y entremeses calientes (croquetas, bricks rellenos, calamares y patatucas) de primero pa compartir, un entrecot de tres pares de bueyes pa la PRINCESONA y carnina guisada pa mí de segundo, y de postre una quesada y nun me acuerdo que fue lo que comió la NENA, como se nota la vejez en les neurones o será la fartura que llevamos. Pa recuperar lo meyor será echase a mumir y mañana otru postre será.

            Levantamonos de domingo con un día un poco más claru qu’el anterior y como lo nuestro ye comer, caminar y mumir, ahora toca comer y a desayunar que bajamos, na poca cosa un zumín, un cafetín, unes tostaínes con manteca y mérmela, unos sobaos, unos bocadillínos de quesu, jamón york y jamón serrano, una caña chocolate..., la puta que lo parió si esto parez un banquete de bodas, mira vamos dir a lavar los dientes, pagar la cuenta y ver si dexamos de dai a la mandíbula durante un ratín que se mos van gastar los dientes.

            Pagamos la cuenta y despedimonos de esa xente un pocu rara, aunque hay que decir que es un hotel recomendable y tiro de piedra de cualquier lado. 

Garramos camín de Comillas, non se que va ser de nosotros con esta panzá.

            A eso les once llegamos a Comillas, encontramos aparcamiento a la primera y dirigimonos sin dilación a la oficina de turismo que ta en la mesma plaza onde aparcamos. Con el folletu en la mano lo primero que vamos ver y’el Palacio de Sobrellano y lo primero que nos encontramos de camino hacia el es una visión lateral del Capricho de Gaudí y la Capilla de los Marqueses de Comillas, pero vamos por partes.


 El Capricho de Gaudí. Fue construido en 1885 y actualmente reconvertido en restaurante, nun te lo pierdas, debe ser que dan poques comides porque solo por entrar cóbrente 4€, ye una de las tres úniques obres de Antonio Gaudí que se conserven fuera de Cataluña, les otres dos son la Casa de los Botines en León y el Palacio Episcopal de Astorga. Conformanos con velu desde fuera porqué el preciu de la entrada ye abusivu.
            De camín al Palacio, lo que encontramos ye la Capilla y Panteón de los Marqueses de Comillas


Taba cerrada así que nun pudimos más que facei una afoto.

 Una migaya más alantre t’al Palacio de Sobrellano, ahora ta en manos de la Diputación Regional de Cantabria que faz visites guiades y tamien cobra 3€ de na. Otru que lu vemos por fuera y alrededores


El añu ta muy zorru, así que vamos dar una vueltina por os alrrededores que esperamos no nos cobren

          
  Menuda carrera que se pegó la GUITARRINA pa llegar a sentase desde onde puso la cámara, mereció la pena por les vistes, la Colina de la  Cardosa (paez el nome d’una peli de guerra) con la Universidad Pontificia coronándola


Y falando de la Pontificia


 esta ye la puerta de entrada,


desde aquí quedanos una pindia subida que con el día que ta faciendo y con la fartura que tovia llevamos encima pa que te voy contar

           
nun me mola tar saliendo yo en to les afotos, pero ye lo que tien haber sido un vagu.


          
  Después de llegar afogaos arriba y de tar esperando un cachu a ver si mos abríen la puerta, preguntamos a una moza que taba en una exposición y diznos onde tenemos que dir sacar les entraes, hoy emperegilosei a la RATONA pagalo to a ella y nun hay manera d’acercase a pagar na. Con les entraes en la mano y unes indicaciones de onde dir, nosotros como de costumbre y por culpa de alguna que nun sabe onde tien la derecha o la izquierda tiramos p’al lao que nun ye, así que media vuelta y que quies que te diga...


Ponemosnos delantre la Puerta de las Virtudes


            y empieza la explicación, en ella aparecen seis de las siete virtudes sobre seis animales que hacen referencia a cada uno de los pecados capitales por su comportamiento en la vida, la Lujuria encima de un mono (por el ñaca, ñaca), la Gula encima de un cerdo (porqué se lo come todo), la Avaricia encima de un grajo (una pega de les nuestres que te lo roba todo), la Pereza encima de un lirón (porque mueme mucho), la Ira encima de una serpiente (porque si pasas cerca, caput) y la Envidia no me acuerdo encima de que está, a jodese,  la séptima la Soberbia no aparece representada, como bien nos dijo la guía porque ya es bastante soberbia la puerta, lo que hay es que dejarla fuera y entrar con humildad.


            Tras pasar la puerta nos encontramos en el vestíbulo un espacio esplendido de decoración con estucos, esgrafiados y aplantillados, esculturas, artesonados y relieves. Pero todo esto ye un rollu de su madre así que to muy guapo, ameno y divertido.
   Con la mesma y después de la sudá de la subida, lo meyor ye baxar tranquilamente y buscar onde descansar un poco y mira por donde atopamos un sitiu bien afayaizu


            con animalinos y to, RATONINAS, rinocerontes, ¿donde esta Wally?, gssssssssssssssss.
            Después del juego visual y de reponer los fluidos corporales, nos metemos de lleno en las callejuelas del pueblo y vamos embebiéndonos de la cultura popular y sus encantos, de sus construcciones, de la ropa al sol y de... coño que pedantería





 Claro lo que tienen los paseos ye que al final date la fame y eso que ponemonos a buscar onde comer y atopamonos con una variedad de menús y precios que meten miedo, y lo cojonudo de to ello ye que algunos de los menús son iguales, pero valen diferiente.     
            Al final decidímonos por un bar-restaurante-churrería que buenos taba un poco al solín, nun tenia mal menú y llera económicu, así que asentamos los reales y con una ensalada y paella de marisco de primero, un escalope al queso y unos pimientos rellenos de segundo, un frisuelo con chocolate  y una quesada de postre y cafetín ficimos algo por la vida, coño olvidabaseme que nos pusieron una albóndiga pa cada unu d’aperitivu.

            Con la panza otra vez llena, acercamonos a ver si se pue entrar a ver el Capricho de Gaudí y ye cuando nos meten un sustu de su madre al decinos que cuesta cuatro euros por cabeza, así que con la mesma garramos y salimos pitando. Vamos dir al cementerio a ver el Ángel



           
esta PRINCESONA mía nun ta mucho por la labor así que arrancamos rápido del cementerio, a la puerta preguntamos a unos paisanos si se podía dir ver le estatua de Comillas que teníamos al frente y ellos tos ufanos dicen que sí, sin problemas, cual ye la nuestra sorpresa que al llegar al desviu la carretera ta cerrada y nun podemos pasar, pues bueno hay que buscar algo alternativo y que mejor que bajar hasta la playa-puerto a dar una vueltuca.


            pero como no nos podemos resistir a la tentación de dir ver al paisanu, el pasu por la playa ye cortu y arrincamos otra vez p’arriba.


            A esta RATONINA nun sei pon na por dellantre y ni corta ni perezosa salta la valla y p’arriba que vamos


            nun podíamos dejar pasar la oportunidá de contemplar estes vistes desde lo alto


ni tampoco de facenos la última foto del día


            Dejamos atrás Comillas y emprendemos el camín de casa, aunque no sin antes facer una parada técnica en la Casa Azul de les corbates, hay que llevar algo de suministro p’al desayuno que nun va a ser to caminar, además esti finde nun comimos casi na.

            Con el buen sabor de boca de otro fin de semana espléndido, no podemos más que dar gracias por poder disfrutarlo

LA VIDA ES CORTA,
ROMPE LAS REGLAS,
PERDONA RAPIDAMENTE,
BESA CONSTANTEMENTE,
AMA VERDADERAMENTE,
RÍE INCONTROLABLEMENTE

Y

NUNCA, NUNCA, DEJES DE SONREÍR


LA VIDA SIN AMOR...
NO TIENE SENTIDO