La intención de estas líneas es la de compartir nuestros avatares, como podréis comprobar de la manera más desenfadada posible, por los caminos y sin ningún ánimo más allá del mero placer de dar a conocer nuestras vivencias. Esperamos que al menos os hagan aflorar una sonrisa, y si alguien se anima a salir a patear por este pequeño-gran mundo que es nuestra querida ASTURIAS y sus alrededores seguro que no se arrepentirá. Dejarnos vuestros comentarios, sugerencias o criticas para poder así ir mejorando día a día. Un saludo.

domingo, 22 de febrero de 2009

Desfiladero de los Arrudos

DESFILADERO DE LOS ARRUDOS

POR MAITE Y JAVIER



            Toc, toc, hay alguien ahí, seis semanas sin poder embarrarnos, seis semanas sin bocatas en plena naturaleza, seis semanas sin poder escribir, seis semanas de un tiempo de mier..., por fin podemos salir al monte como las cabras.

            Domingo espléndido el que salió hoy día 22 de febrero, el sol luce e invita a salir al monte y como dije antes a la más leve insinuación mi niña se pone ha hacer los bocadillos con lo que iba a ser la comida del día, unos escalopines al cabrales, unas fresinas con yogurt, unos frutos secos y un cafetín hacen la comida de una nueva jornada de monte.

            Salimos de casa sobre las 10’45 h. en dirección a nuestro destino el pueblo de Caleao enclavado en el Parque Natural de Redes, inicio de nuestra ruta y a donde llegamos sobre las 11’40 h. tras unos kilómetros últimos por una carretera en reparación y en unas pésimas condiciones. Aparcamos en el área recreativa, a la que accedemos por la izquierda antes de llegar al pueblo.

             A nuestra llegada el personal que había madrugado un poco llenaba el aparcamiento y como además entre coche y coche había dos metros tuvimos que aparcar al final. A eso de las 11’45 h. iniciamos la ruta por un “camino” asfaltado que entre bosque y praderías nos va acercando hasta el desfiladero y siempre con el río Arrudos a nuestra izquierda que va marcando con su sonido el discurrir del camino y con unas vistas que impresionan y que nos adelantan parte de la belleza de la ruta




            Tras más ó menos una hora de camino aparece ante nosotros el cartel de inicio del desfiladero y también de la nieve-hielo que no nos abandonara durante todo el camino




Inicio y fin: Caleao
Distancia: ± 10 kilometros
Dificultad: Baja-media en función de la climatológia
Terreno: Pista terrera, piedra y escaleras
Señalización: Buena

A partir de este punto comenzamos a cruzar puentes, el camino alterna fuertes subidas con  tramos de descanso, las zonas de escalera tallada en la piedra hacen acto de presencia  y empezamos a apreciar la belleza de los parajes que nos rodean.
  






  Tras otra media hora de camino aparece ante nosotros el Puente de la Calabaza, punto en el que la cosa empieza a ponerse peliaguda, y donde la ruta toma realmente el nombre de desfiladero pues el camino se estrecha aún más si cabe.



 Un pequeño "glaciar" da una espectacularidad al entorno de verdadera montaña





            Ahora comienza lo que podríamos llamar “La Escalera Del Infierno”, al menos así fué para nosotros, destrozandonos las rodillas e hizo que el sufrimiento del día fuese aún mayor, y a todo esto debemos sumar el hielo que había por el camino que hacia que el cuidado al subir (y no digo nada al bajar) fuese "cojonudo"
                   




el camino no solo se hace duro para nosotros, los animales también sufren lo suyo y a lo largo del último tramo tuvimos unas cuantas muestras de ello, 


  
  vamos a quedarnos con los paisajes que desde la pradería del Colladín podemos divisar


unos metros más adelante nos encontramos con La Fuentona, lugar de captación de las aguas para Gijón, nosotros no seguimos más adelante, nuestra ruta finaliza aquí, si bien podemos caminar un trecho más hasta entroncar con el camino que lleva al Lago Ubales, damos “pa tras” y comemos en unes piedres al sol, aunque teniamos el frío metido en el cuerpo y no fuímos capaces de calentar.

            Tras dar cuenta de las viandas y sobre las tres emprendemos el camino de vuelta, con precaución y calma sorteamos el tramo de hielo y poco a poco nos dirigimos de camino a Caleao, no sin deleitarnos de nuevo con parte del camino, que no por recorrido, nos muestra otro punto de vista muy diferente al de la mañana.

INTRUCCIONES PARA
UNA VIDA DIGNA:


NO LASTIMAR A NADIE,

NO ACEPTAR NUNCA LA DERROTA,

Y ESFORZARSE POR SE CADA DÍA

UN POCO MÁS FELIZ.