Canal del Texu

Canal del Texu

POR MAITE Y JAVIER

            Desde el pasado 24 de febrero que no nos poníamos delante de una pagina en blanco, por el medio están las vacaciones de invierno por la Costa Da Morte, aunque casi podíamos decir que fueron de primavera por el tiempo tan espléndido que tuvimos

  

            Y llegó abril haciendo honor al refrán que dice que “en abril aguas mil” o dos mil o tres mil o garbanzos en remojo. Pero bueno “nunca llovió que no parase”, hoy va de refranes, y llegó mayo y fue parando y el viernes día 11 de mayo, agarramos la mochila y la maleta y arrancamos para Cangas de Onís, más concretamente al Hotel La Pasera, y

          

  la verdad es que la suerte nos persigue, un hotel acogedor, a medio camino de cualquier sitio y por 108 € alojamiento y media pensión para dos noches, casi ni en casa.

            Después de una larga semana de madrugar, no se nos ocurre nada mejor que hacer unas pequeñas compras de cara a la jornada de mañana y quedarnos descansando por los alrededores del hotel (fisgoneando un poco) a la espera de la hora de la cena

 

 Hay que decir que lo que es el Complejo Hotelero es un tanto peculiar, ya que en principio no sabes si tu alojamiento es en el propio Hotel La Pasera, hasta un día antes y previa llamada telefónica, o en alguno de los de alrededor que son de la misma cadena. Los desayunos son dentro del hotel, pero las cenas son en el restaurante La Casa de la Fabada que está enfrente,

     

     

en todo caso y en el nuestro en particular no le encontramos ninguna pega, el trato en ambos sitios fue exquisito tanto por parte del personal como por las cenas que nos sirvieron, quizás por poner alguna pega podemos decir que los desayunos podrían tener algo más de variedad, pero todo va en gustos.

            A eso de las nueve (la NENA ya quería ir a cenar a las ocho) vamos al restaurante, enseñamos la tarjetina y nos disponemos para cenar de primero una ensalada mixta y sopa de marisco, de segundo los dos pedimos ternera guisada y de postre tarta de queso, todo ello regado con vino y casera. Aunque hay que decir que también había otros dos primeros y segundos.

            Con la panza llena y más cansaos que el baúl de la Piquer, cruzamos la carretera (con cuidao, porque paez que llevamos un poco peu) y para la habitación a ver un poco la tele y a mumir que mañana hay que dai a la patuca.

            Amanece el sábado, con niebla y orbayando un poco, pero con buena temperatura, así que, con esfuerzo porque a quien yo sé tiene las sabanas pegadas, una buena ducha, nos vestimos de montañeros y a desayunar.

  Al fondo, subiendo la rampina, está el comedor del desayuno. Cuando entramos parece que soltaron a todas las mujeres y hombres con mas de 70 años, eso sí los pastorean una monja y un cura por si se descarrían. Hay que tener cuidado con los líquidos ya que ellos deambulan sin mirar y te llevan por delante. Unas tostadinas, croissants, magdalenas, sobaos, manteca, mermelada, zumo y café conforman nuestro desayuno, bueno parece que no está del todo mal.

            Con la misma a lavar los dientes y arrancamos dirección Arenas de Cabrales, más concretamente a Poncebos, lugar de inicio de nuestra ruta La Canal del Texu o Desfiladero de las Salidas.

Inicio y fin: Poncebos (frente al inicio de La Ruta del Cares)

Distancia: ±10 km ida y vuelta

Dificultad: Media...

Terreno: Pedregal y sendero

Señalización: Buena

            Este camino fue utilizado por los vecinos de Bulnes hasta el año 2001, fecha en la que se inauguró el funicular para subir y bajar del pueblo aperos o alimentos, ayudados por caballerías o al llombu. 

            La ruta se inicia en la misma pista que nos lleva a la Ruta del Cares, pero en su margen izquierda, una pequeña bajada nos deja sobre el puente medieval de La Jaya,

desde aquí se empiezan a calentar las piernas y a pedir oxigeno los pulmones, un primer tramo corto pero empinado (La Corredoria de Jéndigos) nos deja sobre el Puente del Jardu, el calor de estos días atrás hace que el rió baje alegre dándonos bonitas imágenes

Tras una corta pero intensa subida, una pequeña tregua para las piernas

   

 para afrontar la subida al Cuetu Codilla, en este punto llevamos 315 metros de desnivel acumulado y la visión que empezamos a tener del rió, que hace un momento estaba a nuestro lado ya es diferente

 

a la derecha se alza el Toyo Manuel que no es otra cosa que un muro de piedra de tres pares de..., y más vale echarle un vistazo

y eso que la niebla no nos deja ver bien su mole.

De vez en cuando hay que echar una mirada al camino que si volveremos a pisar

aunque no menos interesante es lo que nos queda por delante

la subida hasta La Riega del Texu, construcción de hormigón hecha para canalizar las aguas en los días de fuertes lluvias, menos mal que a mitad de camino tenemos El Posadoiro, lugar donde la gente “posaba” sus pertrechos y se sentaba a descansar

            

El siguiente punto que nos encontramos seguro que a los vecinos de Bulnes no les trae buen recuerdo, ya que a principios del siglo pasado un alud, arrastro y dio muerte a unos cuantos de ellos, estamos en Las Cruces, y el lugar al que cayeron la Voluga de los Muertos

            Ahora tenemos un pequeño trecho de descanso desde donde podemos divisar a la derecha y arriba el pueblo de Camarmeña 

 seguimos subiendo y llegamos a Colines de Abajo, lugar donde fueron encontrados los restos de vida humana más antiguos del concejo de Cabrales, estamos a 545 metros de altitud.

 Y sin darnos cuenta aparecemos en Colines de Arriba, a la derecha encontramos a un colega tranquilamente tomando un vermout

           y a la derecha la piedra en la que estuvo colocada la placa que la Federación Española de Montaña dedico a los Vecinos de Bulnes y en cuya inscripción rezaba lo siguiente: “Bulnes, pueblo amigo de los montañeros” , el que pensó la inscripción creo que todavía debe estar bajo los efectos de algún alucinógeno. No hay registro gráfico porque solo queda la piedra y ...

            A partir de este punto el camino se suaviza considerablemente y llegamos a la boca del funicular

            desde aquí ya no nos queda más que un suave trecho hasta llegar a Bulnes de Abajo o La Villa

            
pasamos por al lado del cementerio, del cual se decía que era uno de los pocos del mundo que, al ser techado, se podía enterrar a los muertos durante el invierno con las grandes nevadas que en estos parajes se producían. De igual mención es el hecho de que en el está enterrado el conocido como “El Cuco” el primer escalador que encontró la muerte en las paredes del Picu Urriellu.

            Como no sería de buen agrado que solo fuese el cementerio quien nos recibiese, también tenemos una bella imagen de unas surgencias que se producen en la montaña

            Un paseo por el pueblo nos da idea de que pese a estar aislado no ha perdido la idiosincrasia de pueblo de montaña aunque a el arriben los pelones

            Una parada breve para reponer líquidos y expulsar otros, comer un plátano, recabar un poco de información y cambiar la camiseta, ya que la niebla empieza ha hacer de nuevo su aparición y no es buena compañera de viaje para el descenso.

            En el momento de nuestra marcha hace acto de presencia un rebaño de cabras que se afanan en no dejar ningún brote tierno en los árboles de los alrededores

  Con muy buen sabor de boca dejamos atrás el pueblo de Bulnes, y emprendemos el descenso. Si decíamos que la subida era exigente, la bajada no lo es menos, sobre todo para los que tenemos las patas como las maracas de Machín. Llegamos sin ningún contratiempo al coche y lo celebramos con unos estiramientos y nos dirigimos al hotel a cambiarnos de camiseta.

Pero de camino hacemos una parada

en el Hotel-Spa María Manuela, que tiene un menú del día muy afayaizu y nosotros fame. Una fabada (escasa todo hay que decirlo), unos escalopines con ensalada y arroz con leche para LA RATONA y bacalao a la brasa y tarta de nuez para  EL PULGOSO, agua y café, bien para saciar la fame pero no para quedar “embalagaos”. Tras un recorrido de FISGUI por las instalaciones del hotel-spa (yo no doy pasu de más y espero en la puerta) reemprendemos la marcha a cambiar la camiseta y luego dirección al Desfiladero de Los Beyos, formado por el río Sella y que con 12 kilómetros de largo va de los concejos de Amieva y Ponga en Asturias al de Sajambre en León.

SOLO AQUELLOS QUE SE ATREVEN
A TENER GRANDES FRACASOS,
TERMINAN CONSIGUIENDO
GRANDES ÉXITOS.