Hoces de Valdeteja y Hoces de Vegacervera

 HOCES DE VALDETEJA Y

 HOCES DE VEGACERVERA

POR MAITE Y JAVIER

            Sábado 19 de marzo, día del padre, espléndido en lo meteorológico, aunque no tanto en lo familiar, la salud no marcha todo lo bien que sería de desear y nos da un pequeño susto . Pasamos por el cementerio a poner unas flores en la tumba de mi padre para que sea participe de su día y con las orejas tiesas marchamos para nuestro fin de semana.

            Subimos por el Pajares ya que el día está muy bueno y así hacemos la primera parada técnica en el restaurante Ezequiel, joer son les doce y ya hay gente comiendo, compramos un poco de queso y cecina que nos servirá de comida para el domingo.

            Aprovechamos también para dar una vueltina por el “mercado” de Villamanín, pequeño pero suficiente para estirar un poco las piernas y comprar unas aceituninas pa matar un poco el  hambre. Como en el cruce no hay muy buena señalización preguntamos a los de TODO POR LA PATRIA y confirmamos que para ser Guardia Civil si no eres gilipollas no ingresas en el cuerpo.

            Con la misma cogemos la carretera dirección a Carmenes, carreterina de montaña, estamos en la montaña central leonesa, con buen firme que nos lleva dirección a Valporquero y Vegacervera, pero como culos inquietos que somos vemos un cartel que pone Hoces de Valdeteja y camín que tomamos y esta carretera si que ta bastante mala y poco a poco pindia que se mata. La historia ye que subimos por un lau y bajamos por otru y coño les hoces nun les vemos, verás tú que nos perdimos.

            Damos vuelta por el mismu llau y volvemos al cruce donde nos desviamos y cogemos dirección a Vegacervera y con eso de que son casi les dos de la tarde, de que la gazuza empieza a apretar y de que vemos un bar-restaurante-venta con bastantes coches en el aparcamiento, volvemos a echar el ancla, ye la Venta de Getino y justo delante del aparcamiento hay una caseta de observación de peces y el río con les últimes lluvies baja cojonudo de agua, pero eso no acojona a la mi NENA que baja hasta la orilla

            Después de esti acercamientu vamos comer que ya tenemos muncha fame y no vaya ser que mos quiten el sitiu, sentamonos nel comedor y “la mesonera” (vaya pinta que tenia la parienta) ofreznos la de dios de coses, pero quedemonos con una paellina, corderu al forno “PA MÍ” y jabalí pa la SIRENA, pero como el corderu ta cojonudu, dexa de ser “PA MÍ” y pasa a ser pa la SIRENA y a comer el jabalí y a callar porque sinon caenme unes hosties que pa que, y como entre gochones nun hay problemas..., por cierto taba cojonudisisisisisisimu el gochón, dempues comimos una tartina quesu y un cafetín que mos dejó el cuerpu asentau pa tola tarde.

            Con la panza llena vamos camín del Hostal, aunque en un recodo del camín la PRINCESA topa cobertura nel móvil y paramos pa facer una llamadina a casa pa ver como va to, con “buenes noticies” tiramos pa llantre y al pocu llegamos al Hostal Las Rocas

            tien al lao un Centro de Turismo Activo, y activo debe ser porqué cuando nosotros desembarcamos taben llegando una fartura gente vestíos tos de funda como de venir tirar el pingu per hey

  

Lo que habíamos investigao en Internet confirmase cuando mos atienden, un chaval, Sergio, que solo por el tratu, la amabilidad y la disposición el sitiu ya merez la pena. Informonos de to lo que podíamos facer y ver y no solo mos dio información sino que dixionos que si mos perdíamos podíamos llamalu sin problemas que llera capaz de dir buscamos, roncai el mangu. Subimos a la habitación y otra sorpresa tocamos

 

            ya verás vamos tener excesu de xente con dos fantasmas y la RATONINA en una habitación pa dos.

            Dempues de asentanos, posar la maleta y facer un pis tiramos ver la Cascada de Nocedo que con les averiguaciones previes danos en el morru que tien que ser guapa. En un recodu del camín topamos un pocu aparcamiento y por una pasarela fierru pasamos hasta el iniciu del camín

Y de pronto surge el espectáculo

  

            

 aquí que una pequeña muestra del ruidu que facía l'agua al caller (como unu ye torcidu cuanto pue, hay que poner el cabezón de llau pa poder velu, que vamos facer)

            Dempués de moyanos bien y de disfrutar como verderones salimos un pocu al sol, como los caracolinos, porque menuda pingá que llevamos y no ta un pa garrar otru catarru.

            Camín de les Hoces de Valdeteja garramos un desviu a mano izquierda que nos sube por una carretera pindia de cojones hasta el pueblu de Valdorria, son tres kilómetros que nos lleven hasta los 1.363 metros de altitud que tien el pueblu y desde onde podemos ver vistes como estes

 

            donde se aprecia una pequeña capilla y la imagen de San Froilán, patrón de la zona. La verdad ye que el pueblu, más que les vistes, da poco de sí y como queda muncho por ver tiramos otra vez pa bajo camín de les Hoces.

            Na más bajar y girar a la izquierda empezamos a metenos en laberinto que en les paredes calizes fizo el rió y que aunque con un ancho considerable entre les dos orilles da una sensación de encajonamiento considerable por lo estrecho de la carretera y también porque el sol ya no está en to lo alto

            

Al otru llau la carretera vemos un cartel 

y un puente y como somos igual que Colombo baxamonos a investigar y tupámonos con

 

            en alusión al desempeño de la justicia que los jueces de Arbolio ejercieron en nombre del Rey en la época del Medioevo, aunque del puente romano no queda más que el nombre, es paso para el Valle de Tejedo con su impresionante mole caliza del Cueto Ancino

            enclavado en plena ruta de puentes romanos y medievales de La Calzada de la Vegarada y jalonada por “chismes metálicos” a modo de mojones

          

mira quien anda por detrás, será una Xianina ó será un Trasgu, yo creo que ye un Trasgu más bien.

            A esti pasu nun vamos llegar nunca, pero onde ta la aventura sino, y p'el camín topamos una cascadina que naz de la roca tipo surgencia

y como nun podía ser d’otra manera faznos parar a güellar

            y como quietos nun podemos parar ahí ta, encarimada en la roca del medio.

  

  

Venga que va de esta, que llegamos, pero, espera un momentu, que ye eso que apaez ahí, será un gnomo, será un diañu,

no cojones mira quien ye

ye la mi cabritina, ¿qué andará esguilando por esos andurriales?.

  

            De esta si que llegamos, verás como nun hay na más p’el camín que mos distraiga, aunque ¿qué ye aquello que se ve allí lantre?

            ingenio creado para convertir mediante la superposición de capas de piedra caliza, tan abundante por la zona,  y de carbón, en cal viva muy utilizada en la época para la fabricación de argamasa (cal y arena) en sustitución del cemento actual, bueno dejémonos de clases de historia que  ¿onde tará la NENA?, coño ¿si el que me pierdo habitualmente soy yo?, pero no hay más que mirar pal monte y ...

onde irá

            ya se me encarimó otra vez n'un riscu, van a salí patuques de chivu.

Dempues d'un cientu parades llegamos por fin a les tan esperaes Hoces de Vegacervera y la verdad ye que encontrase n'un paraje d'estes dimensiones

 paez q'acojona un pocu

 

a un lao unos peñones de la de so madre

y al otru llau una fartura d'agua como pa pasar sede

     Pasosenos la tarde n'un tris tanto esguilar, subir y baxar d'el choche y contemplar toa la majestuosidad que mos arrodia

Esto es el resultado de la acción del rió Torío durante unos cuantos años.

            Va cayendo el sol  (apreciase muy bien el el color de les semeyes que tienen un tonu un tanto azulau) y el cuerpo pide un poco de descanso, así que tiramos pa cerca del Hostal a tomar un refrigerio y contemplar un poco los alrededores. Entramos en el bar El Molino y es como caer en otra época, el “barero” muy agradable y la mujer “preciosa”, así que meyor cogemos la Coca Cola y salimos pa la terraza a que mos de un poquiñín el sol de la tarde.

            Dende el bar tamos viendo un rebañu chives que ta pastando en la ladera la montaña que tenemos enfrente, por eso tien esta zona la fama de la cecina chivu

            Bueno tras merodear un pocu por la zona, ver les nueves construcciones y preguntar por la cecina chivu, que ta bien cara por cierto, entamamos a descansar un pocu antes de baxar cenar.

            A eso les nueve la noche baxamos al comedor que la fame ya aprieta y tenemos que echai gasolina al cuerpu y que meyor que cenar sano y sin colesterol, dos güevos fritos con picadillo y patates, una botella vino (la madre que la parió) con casera y de postre una crema de nun me acuerdo que y la PULGOSINA  (gegegegege) lo mismo, pero el destino quier que la camarera dempues de esplicámos que tien un postre típicu de la zona, que lu hay de vaca, de oveya y de cabra y de que tien les entendederes un pocu atrofiaes, trae un yogurt de Coladilla,

 “litro y mediu” de yogur de leche de vaca que ta cojonudo  y que dempues del menú tan digestivu que mos acabamos meter nun bien na mal. Pero hay la sobremesa, el vino que empieza a fever, la fauna que mos arrodia y que empieza a picamos un pocu el niqui, con todo y con ello ta la marmita de Asterix fecha y damos un ataque de risa que nun pue ser bueno, la mi NENA llora, yo sudo como un gochu en San Martín y el restu la congregación miranos con cara susto, como pensando que enlloquecimos repentinamente, pa habemos matao.

            De camín a la habitación tobía salimos a ver como queda la nuechi pa barruntar el tiempu del día siguiente y tupámonos con esto

            no, nun ye un borrón, ye la lluna que ta en to su esplendor y que viéndose asína tan clara preludia una nuechi de fríu y un amanecer claru y cristalinu, ahí queda eso.

           

EL AYER ES HISTORIA,

EL MAÑANA MISTERIO 

Y EL HOY UN REGALO 

AL QUE LLAMAMOS PRESENTE.