Ruta del Agua - Taramundi

RUTA DEL AGUA

POR MAITE Y JAVIER

Inicio y fin: Esquíos - Teixois - As Veigas - Esquíos
Distancia: ± 12 km
Dificultad: Facil
Terreno: Pista, pradería, asfalto.
Señalización: Buena (mejorable)

Esta ruta en su concepción original parte del pueblo de Taramundi, pero toda vez que nosotros ya hicimos el día anterior la parte de La Cascada de la Salgueira, la iniciamos en Esquíos

más concretamente visitando su Museo Etnográfico donde se muestra una recopilación de gran interés cultural de utensilios y herramientas de un caserío de la comarca.

   Un paseo por el museo es suficiente para conocer las herramientas construidas y utilizadas por nuestros antepasados, e imprescindibles para la subsistencia en una zona rural.

después de, como de costumbre, hacer un rato el cafre, salimos a ver por donde tenemos que agarrar el camino, no sin antes dejar constancia del cabazo que hay al lado del museo

Llegados a este punto tenemos dos alternativas, por la derecha dirección a Veigas y por la izquierda dirección a Teixois, nosotros optamos por esta última opción y acabaremos llegando de nuevo a Esquíos por el otro camino, dado que como dijimos nosotros empezamos la ruta en este punto.

Vamos bordeando el río Turia  por un camino mixto entre sendero y praderia (aunque cruzamos al menos en una ocasión la carretera), vamos rodeados en todo momento por un bosque compuesto de castaños, alisos y robles hasta que de pronto aparece ante nosotros una bajada que nos deja a los pies de

aquí podemos admirar un mazo

un molino, 

un batan, 

una piedra de afilar 

 y hasta una pequeña central eléctrica de la cual se abastecían 

y con alguna que otra curiosidad

Después de al menos una hora de visita reemprendemos la marcha en dirección a Veigas, subiendo a media ladera y dejando de nuevo el río Turia a nuestra derecha, llegamos a As Veigas, 

aldea rehabilitada y casi convertida en la actualidad en un Centro de Turismo Rural, en donde en su entorno encontramos dos Casas de Turismo Rural y un Mesón-Museo, en el que además de comer divinamente tiene sus paredes profusamente decoradas 

Tras una copiosa comida, nuestro cuerpo pide lo que estaba haciendo este colega

pero había que ponerse otra vez a dar la patuca, así que poco a poco salimos del pueblo y con paso cansino y disfrutando de la sombra que nos proporcionan los arboles vamos disfrutando del paisaje y sin darnos apenas cuenta asomamos de nuevo en Esquíos. 

Una ruta muy entretenida y con la posibilidad de no tener que llevar la comida a cuestas.

LAS GOTAS DE LLUVIA

BESAN LA TIERRA

MURMURÁNDOLE:

"SOMOS TUS PEQUEÑOS

QUE TE ADORAMOS, MADRE,

Y VOLVEMOS A TI

DESDE EL CIELO".