La intención de estas líneas es la de compartir nuestros avatares, como podréis comprobar de la manera más desenfadada posible, por los caminos y sin ningún ánimo más allá del mero placer de dar a conocer nuestras vivencias. Esperamos que al menos os hagan aflorar una sonrisa, y si alguien se anima a salir a patear por este pequeño-gran mundo que es nuestra querida ASTURIAS y sus alrededores seguro que no se arrepentirá. Dejarnos vuestros comentarios, sugerencias o criticas para poder así ir mejorando día a día. Un saludo.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Molinos del Río Profundo



Molinos del Río Profundo
POR MAITE Y JAVIER


Tamos fechos unos vagos, mira tu que desde fai tres meses no mos calzamos les botes y nos tiramos al monte. Fuímos a esperar al sábado 4 de agosto, que facia un calor de su madre, pa dir hasta La Villa a facer el PR.AS-137 o Ruta de los Molinos del Profundu y de pasu aprovechar y acercanos hasta Oles, que celebren el X Mercau Tradicional.

En pricipiu nun dibamos llevar comida, pero la NENA cambió de idea y garro dos cachos de empanada de la madre que lo parió y enriba y emparedau con güevu, llechuga, tomate, quesu, jamón, la Virgen Santa, la sidra ya la pondríemos n'el prau.

A eso de les 11 llegamos a Villaviciosa y como nun tenemos muy claro pa onde tirar preguntamos a un gasolineru que mos indica que debemos garrar dirección Infiesto hasta llegar a Amandi, más concretamente hasta Valbúcar.


A les 11'15 llegamos al iniciu de la ruta


y aparcamos el coche en la entrada de una fincona de tres pares de cojones



anda mira dos "Vegas" juntas, gssssss.

Inicio y fin: En nuestro caso en Valbúcar
Distancia: ±14 km ida y vuelta
Dificultad: Baja
Terreno: Pista, carretera y sendero
Señalización: Buena

Emprendemos la marcha desde el panel indicador, que en leve subida nos lleva bordeando el muro de la finca La Vega, y enriba acompañaos por el lladriu d'un mastin que tenia una potá de su madre,  al final de la subida ya vemos el primer indicador de hacia donde nos dirigimos.



Pasamos delante de unas casinas en un estado de conservación bastante penoso y en una ligera bajada ya nos ponemos a la altura del río, no sin antes aprovechar la ocasión para recoger unas cuantas ciruelinas que tán al borde de la senda, que queréis esto ye economía de guerra, que tan los tiempos muy jodios.

Ya en terreno pétreo y con el río a nuestra derecha, discurrimos sobre una superficie de losa que en momentos de crecida del río seguro que discurre por aquí, y los tramos de tierra el barro están asegurados





El primero de los carteles indicadores de molino que nos encontramos, hay entre18 ó 22 según que fuente se consulte, es el de Griselda


del que la verdad solo conseguimos ver en condiciones el cartel ya que "el molino" está en la otra vera del río, no hay paso y la vegetación no nos ayuda a su visión


Al poco rato nos encontramos con una peculiaridad nunca vista por nosotros en ninguna ruta 



Parez que, a tenor de los donativos, el cartel tien tirón y nosotros en un alarde de gili-generosidad hacemos una aportación a la causa



 más adelante comprobaríamos que hicimos más de GILI que de otra cosa.

Al poco salimos a la carretera, y durante unos quinientos metros vamos por el duro asfalto, 



encontrándonos a medio camino con el Molín de Villaverde, el cual también está al otro lado del río, no hay foto por despiste del que escribe.
De pronto aparece ante nosotros La Quinta Villaverde, convertida desde 1998 en Casona Rural, tien que ser un lujo alojase aquí



Dejamos atrás la Casona y continuamos los últimos metros por la carretera, llegamos a un punto en el que tenemos dos opciones, de frente y aún por carretera seguiríamos dirección al Camino de Covadonga y a la derecha, camino que hay que tomar, atravesamos una portilla metálica que nos deja al pie de una finca-vivero dedicada a obtener arboles autóctonos



Desde este punto es donde podemos empezar a hablar de la ruta del Profundo, discurrimos a la vera del río, entre árboles de ribera y entre las ruinas de lo que antaño dió fama a esta ruta, sus molinos, o en la mayor parte de los casos lo que queda de ellos.





El Gili no llegó hasta aquí, ya que casi no nos damos cuenta de que dejábamos atrás el Molín de Profundo, metido entre dos árboles custodios y cubierto de vegetación, solo llegamos a apreciarlo por la boca de alimentación de agua del molíno


Desde este punto empezamos un continuo sube y baja, sin ninguna dificultad ni un gran desnivel ya que además nos vemos favorecidos por barandillas de madera en las que poder apoyarnos




y, mirando bien, siempre hay donde hacer un poco el canelo, eso dasenos a nosotros de p.m.



Después de un Kit-Kat avanzamos un poco y entre la espesura aparece el Molín de Trabanco, yo voy poner la afoto si alguien lo distingue que ponga una vela a Santa Lucia


solo como comentario decir que este era quizás el más grande de todos los del recorrido ya que además del molino incluía vivienda.

Seguimos otro poco y cartel de Cuerria, un poco de conocimiento del medio... ¿qué ye una Cuerria?, tic, tac, tic, tac, venga que se acaba el tiempo


una pista, una muria circular en la que se echaben los erizos, tic, tac, tic, tac, 

¿na tovia?, bueno una más, ye más conocida como"Corra", 

¡Yo, yo, yo!, llera onde se metien les castañes que taben cerraes n'el erizu pa conservales y que más alantre se pudiesen comer.

Tan diciendome que tire pa lantre que soy un sabiondu, pues bueno un poco más adelante cruzamos el río por un puentin de madera


 para encontrarnos con el Molín El Pítu



No me extiendo mucho porque creo que las imágenes hablan por si solas de su estado de conservación, aunque en su descarga hay que decir que aún conserva el rodete o rodendo, la coba y las dos muelas, tuvimos que buscalo todo no os creáis.



 Hay que volver sobre nuestros pasos y cruzar el río que nos deleita con imágenes como estas


aunque también nos pone obstáculos en el camino



Sorteado este obstaculo, surge ante nosotros un nuevo molíno, el de José Xico, del cual se conoce que fue el último en cesar su trabajo, en su caso no como molino de molienda sino como productor de electricidad para el cercano pueblo de Cayao.


Como se puede comprobar por las fotos el estado de conservación de los molinos es bastante ..., bueno que cada uno decida.


Tras sortear una serie de pasos estrechos o burladeros, propios para impedir el paso del ganado, desembocamos en una vega en la que el piso tá muy estapinau y l'argoma  lleganos a la altura la cintura, debe ser que tan trabayando n'el monte d'alao porque oimos voces, na como l'otru que veia muertos n'ocasiones.

N'esti puntu y como queremos llegar a Oles pa la hora comer, decidimos dar por finalizada la ruta y dar media vuelta. Tamos más o menos n'el mediu la ruta, en su momento retomaremos la misma  desde la parte de Buslaz para así poder dar cuenta del resto los molinos que nos quedaron por ver.






Y dejo constancia de que yo también estuve allí




a que salí guapu.

EL TIEMPO ES COMO EL AGUA DE UN RÍO, 
 NO LO PUEDES TOCAR DOS VECES 
PORQUE ESE FLUJO NUNCA PASA DE NUEVO. 

DISFRUTA EN CADA MOMENTO 
DE LA VIDA.